“Contundente”. “Federal”. “Histórica”. La postal de ayer, de una plaza colmada, que además se replicó en diversos puntos del país, expresó que la defensa de la educación es transversal a diversos sectores de la sociedad. Esa fue la evaluación que hicieron los rectores de las universidades nacionales, quienes piden mayor diálogo con el gobierno nacional.
“La conclusión que sacamos es que hay una expresión de toda la sociedad que valora la educación y lo que debe ser una política de Estado. Fue una marcha federal, fue muy plural. Nuestra vocación es sensibilizar al Gobierno para que reconozca ese sentido y que tomen a la educación como un atributo para solucionar los problemas del país”, resumió a LA NACION Carlos Greco, rector de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam).
Victor Moriñigo, rector de la Universidad Nacional de San Luis y actual presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), indicó: “Esperemos que el Gobierno pueda comprender que nosotros estamos para poder dialogar. Y creo que con diálogo y respeto vamos a poder transitar los próximos meses de la mejor manera y no malgastemos el tiempo en críticas, en destratos, y podamos canalizar toda la energía en encontrar una solución para los temas presupuestarios y para los temas salariales de los trabajadores de la universidad”. Agregó que las expectativas “fueron totalmente superadas” y destacó también el apoyo en el interior de la Argentina.
“En lugares donde hay universidades y en lugares donde ni siquiera hay, la gente fue a defender la educación y la universidad pública. Impresionante, nunca vi algo así. Fue muy emocionante lo que pasó en todo el país”, opinó Franco Bartolacci, rector de la Universidad Nacional de Rosario.
Y coincidió con sus colegas: “[La movilización] Mostró que la sociedad puso todo en su lugar diciendo que lo que hay que cuidar es la educación pública. Estamos muy agradecidos con la sociedad. Esto no hubiese pasado si hubiésemos sido la comunidad universitaria únicamente, acá hubo mucha gente que salió a bancar la educación de manera espontánea. En todo el país hubo más de un millón de personas”.
En ese sentido, consideró que la movilización de ayer dejó “un mensaje para todos” y enumeró: “Para el oficialismo, porque debe saber interpretar que hay que cuidar la educación y la universidad, priorizándola y destinando los recursos que necesita. Para la oposición, que tampoco debe interpretar cosas que la manifestación no estaba diciendo. Y para las universidades, porque es maravilloso que la sociedad nos acompañe tan abrumadoramente, pero eso no quiere decir que no tengamos que seguir trabajando en las mejoras que el sistema requiere. Y a todos, nos exige más diálogo y trabajo para cuidar y hacer crecer la universidad pública. Ojalá todos lo puedan leer en su justa dimensión el mensaje que la Argentina dio ayer. La expectativa ahora es que se pueda construir una mesa de trabajo y llegar a un diálogo razonable”.
La cita es el 30 de abril. Ese día los rectores que integran el CIN se reunirán con el Gobierno.
Desde el Ejecutivo, en tanto, la lectura en principio pareció ser otra. Ayer, el presidente Javier Milei posteó una foto de un león tomando de una taza que dice “lágrimas de zurdo”. Luego le dedicó un largo texto a la disputa con las universidades. Consideró que fue una “oportunidad” de la clase política “para defender sus privilegios”, insistió con las auditorias y aseguró: “Lo único que hacen es reafirmar nuestra convicción de que estamos dando las batallas para las que nos eligieron la mayoría de los argentinos”. Pero también afirmó: “Vamos a garantizar los fondos para el funcionamiento de las universidades”.
Sin embargo, más allá del relato oficial de Milei, según pudo saber LA NACIOÓN, el secretario de Educación, Carlos Torrendell, será de ahora en más la cabeza de la negociación con los rectores, en vez del subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez.
“Lo que pedimos es previsibilidad. Entendemos la situación macroeconómica, entendemos cuál es la restricción y acompañamos, pero lo que no tuvimos hasta ahora son decisiones consensuadas, tanto en el tema salarial, donde no hubo acuerdo, como en el tema de los gastos. No hubo acuerdo sobre cómo enfrentar la situación”, consideró Greco.
Mencionó, además, que aún no se designó el director nacional de Gestión Universitaria. “Es el que tiene la firma de varias cuestiones de fondo: los procesos de titulación, las validaciones de las carreras universitarias. Como no hay nadie en el cargo, no hay firmas. Hay miles de trámites parados”, explicó. Y consideró: “Entonces no es solo una cuestión presupuestaria, es algo de política”.
Por su parte, el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Ricardo Gelpi, durante la sesión del Consejo Superior de la institución de esta mañana, definió a la marcha en cinco conceptos: “histórica, emotiva, unidad, contundencia y apoyo masivo”.
“Ayer estaban las 13 facultades [de la UBA] todas juntas. Los que tenemos algunos años en la gestión sabemos que ha habido épocas en las cuales, aún con temas importantísimos, algunas apoyaban un poquito menos y eso hoy no ocurre. Hoy yo lo que veo son las 13 facultades trabajando juntas”, dijo. Y concluyó: “Esto no fue el final del tema, sino el comienzo de este tema dramático”.