El trabajo es una de las tareas que toda persona necesita para satisfacer muchas de las necesidades básicas del hogar. A través de este acceden al dinero que les permite adquirir bienes y servicios, garantizando así cierto bienestar y previsibilidad hacia el futuro.
El papa Francisco señala que el trabajo “es el protagonista de la esperanza, es la forma de sentirse activos en el bien como servidores de la comunidad, porque ocuparse de los demás es la mejor manera de no preocuparse por cosas inútiles”. Tras esta reflexión, el sumo pontífice también pone el acento en la dignidad que genera tener un trabajo, pero advierte sobre la precariedad y deshumanización de algunos empleos.
Todo lo señalado puede relacionarse con otros factores que contextualizan a cualquier trabajo y es el tema de la felicidad, definida por la Real Academia Española como “el estado de grata satisfacción espiritual y física”. Sin lugar a dudas, se trata de una variable muy importante para quienes deben cumplir con su jornada laboral.
Al respecto, la Universidad de Harvard se abocó a ahondar en este tema y es por eso que llevó a cabo un estudio en el que analizó distintos trabajos en relación con la felicidad de las personas. Los investigadores pusieron el foco en las tareas a cumplir, la falta de interacción con otras personas durante la jornada laboral, el salario, el estrés y los niveles de oportunidades de crecimiento.
Los resultados del estudio permitieron discriminar cuáles son los trabajos que más personas infelices generan. Los que lideran la lista comparten algunas cualidades como la presión, la monotonía y las condiciones en que se cumple con el horario laboral, datos que no solo sirven para quienes buscan un empleo, sino también para que los empleadores sepan en qué deberían mejorar.
*Por Mariana Sánchez