InicioEconomíaCon una inversión de US$ 160 millones, Eduardo Eurnekian se mete en...

Con una inversión de US$ 160 millones, Eduardo Eurnekian se mete en el negocio de uranio

Corporación América, el grupo de Eduardo Eurnekian, se mete en el negocio de uranio –metal que se usa en la producción de acero– y diversifica así las operaciones del conglomerado, con inversiones en América latina y Europa en los sectores de aeropuertos, energía, agronegocios, servicios, infraestructura, transporte y tecnología.

En la búsqueda de oportunidades estratégicas, suscribió un acuerdo con la canadiense Blue Sky Uranium Corp y su subsidiaria argentina Minera Cielo Azul S.A. para la adquisición del proyecto de uranio-vanadio “Ivana”, ubicado en Río Negro, que se ubica dentro del desarrollo “Amarillo Grande”, área insignia en la materia, de 300.000 hectáreas de extensión.

La firma extranjera pertenece Grosso Group, del empresario Joseph Grosso, pionero en la exploración de uranio en el país y con derechos mineros en Río Negro y Chubut.

La apuesta demandará una inversión estimada de US$ 160 millones en los próximos tres años, destinados a estudios de factibilidad, construcción y desarrollo. El acuerdo es de tipo ‘earn-in’, lo que implica un contrato de incremento de la participación en los intereses sociales.

Blue Sky pertenece a Grosso Group, del empresario Joseph Grosso. Foto: Blue SkyBlue Sky pertenece a Grosso Group, del empresario Joseph Grosso. Foto: Blue Sky

Las partes se habían comprometido a negociar, en un período de 90 días desde el 6 de junio pasado, un contrato definitivo, sujeto a la aprobación de los términos acordados, además de la auditoría de Corporación América y el visto bueno de los accionistas de Blue Sky y TSX Venture Exchange (la bolsa de valores de Canadá).

En ese entonces, según se comunicó a la Bolsa de Toronto, celebraron “un acta de términos vinculante” respecto del depósito Ivana de uranio y vanadio. La idea de Blue Sky de sumar a este socio estratégico se da luego de que su primera evaluación de prefactibilidad fue positiva en uno de los yacimientos.

“La inversión destinada a ‘Ivana’ se inscribe en una visión que posiciona a la industria minera como piedra basal para el progreso tecnológico, energético y económico de la Argentina, alineándose con la demanda global de recursos estratégicos y constituyéndose, a su vez, en un importante motor para el crecimiento económico y desarrollo de la región”, expresó el holding.

Minera Cielo Azul es subsidiaria de Blue Sky. Foto: Blue SkyMinera Cielo Azul es subsidiaria de Blue Sky. Foto: Blue Sky

La Argentina, reconocida por su industria nuclear altamente desarrollada y con profesionales de clase mundial, cuenta con plantas capaces de purificar uranio, transformarlo en combustible y abastecer a sus centrales nucleares. Sin embargo, a pesar de sus recursos probados de uranio, durante más de dos décadas el país fue un neto importador. De esa manera, “Ivana” no sólo responderá a la necesidad de abastecer a la industria local, sino también posicionará a la Argentina en el mercado internacional, adelantó el grupo.

Y agregó que “en un contexto global donde la inteligencia artificial y otras tecnologías avanzadas están demandando aceleradamente una mayor capacidad energética, la energía nuclear resurge como una solución probada y sustentable”. “Países como China, Francia y Estados Unidos ya están ampliando sus capacidades nucleares para cumplir con las metas de transición energética”, señaló.

“La visión estratégica de Corporación América es apoyar la energía nuclear como un elemento fundamental de la transición energética, combinando seguridad y desarrollo tecnológico. Con este proyecto, reafirma su compromiso con el desarrollo de soluciones energéticas alineadas con las demandas de un mundo en constante evolución”, cerró.

La primera evaluación de Blue Sky fue positiva, con hallazgos de uranio. Foto: Blue SkyLa primera evaluación de Blue Sky fue positiva, con hallazgos de uranio. Foto: Blue Sky

La apuesta por el uranio llega luego de que Eurnekian expresara su interés por el hidrógeno verde, en primera instancia, fuera de la Argentina con la construcción de una planta en Burgos, España, país en el que el holding piensa desembarcar con esta actividad. La instalación estará alimentada por energía solar o eólica. El material producido con hidrógeno extraído de agua sería vendido desde 2027 a un fabricante de alimentos para ganado.

El desembolso lo hará Corporación América, y no Compañía General de Combustibles (CGC), el brazo petrolero del grupo. Lo mismo ocurrió con los parques eólicos que tuvo en Uruguay, los desarrollos Carapé I y II en Maldonado, activos que le vendió en 2017 a la española Saeta Yield por US$ 230 millones.

La estrategia de llegar a España tiene que ver con ganar experiencia en un mercado más avanzado para, eventualmente, apostar por la Patagonia. La primera experiencia piloto en Europa permitiría así encarar proyectos en un futuro, aprovechando los recursos naturales de la Argentina. En ese sentido, la Costa y la Patagonia se posicionan como unas de las zonas más propicias para la generación.

SN

Más noticias
Noticias Relacionadas