El presidente de Colombia, Gustavo Petro, volvió a apuntar sus críticas contra el gobierno de Javier Milei, ahora a raíz de las declaraciones del vocero Manuel Adorni respecto de la vocación de los libertarios de eliminar el salario mínimo vital y móvil.
“El salario mínimo argentino es el penúltimo de América. No tener salario y extender la jornada al máximo posible, es el paraíso del capitalismo salvaje. También se le llama a este modo de producir: esclavitud”, escribió Petro, al reproducir la noticia sobre lo que dijo Adorni.
El vocero presidencial había dicho que, a juicio del Gobierno, es “un error conceptual” fijar un salario mínimo, porque de esa manera se le impide a un empresario contratar a un eventual empleado que estuviera dispuesto a trabajar por menos de esa cifra. Lo dijo al confirmar que el Poder Ejecutivo había laudado para fijar la cifra del mínimo en 280.000 pesos.
“Hay esclavos que les gusta ser esclavos, pero es de la condición del ser humano ser libre”, escribió Petro, un líder de la izquierda, exguerrillero, que ha tenido ya varios enfrentamientos públicos con Milei.
El duelo entre Milei y Petro venía de un round anterior en las redes sociales a principios de semana, en medio de tensiones diplomáticas desatadas entre el gobierno argentino y el del chileno Gabriel Boric. En esa ocasión la rivalidad tomó la forma de una burla irónica por parte del líder colombiano a raíz de un posteo de su par libertario. Por si faltaban condimentos sumó a la polémica al presidente chino, Xi Jinping.
Todo empezó con el mensaje que posteó Milei para apoyar a Agustín Laje, el ideólogo de la nueva derecha que conduce la Fundación Faro, y había publicado un texto para argumentar que Boric es “comunista”. Así lo alentó Milei: “Poniendo zurdos en su lugar” (él lo escribió en mayúsculas). Petro no dejó pasar la oportunidad. Intervino en la conversación con tres palabras: “Aquí la foto”, a lo que adjuntó una imagen de Milei con el presidente de la República Popular China, durante el encuentro que mantuvieron en noviembre en la cumbre del G-20.
Con esa chicana, Petro quiso resaltar una doble vara de Milei respecto de los gobiernos de izquierdas, como el suyo en Colombia. Mientras el libertario destrata a algunos, considera a China -el mayor régimen comunista del mundo- un “socio comercial muy interesante”.
En aquel G-20 Milei y Petro ya habían tenido un cruce fuerte, del que también participó Boric (al punto de que el gobierno argentino decidió en represalia que el canciller Gerardo Werthein faltara a un acto en el Vaticano por el aniversario del tratado de paz entre los dos países).
Mientras hablaba sobre el avance de la humanidad en la tecnología, el mandatario colombiano señaló que se debe “al trabajo conjunto de los cerebros humanos” y afirmó que este tema fue el que desencadenó la pelea verbal con Milei.
“No aparece en ninguna parte de la comunicación televisiva mundial, ni colombiana, por una sola razón: la delegación argentina, a la cual le entregaron los videos de su intervención, la escondió, no la publicó”, reclamó Petro y chicaneó: “Algo no les gustó de lo que pasó ahí”.
Además, agregó: “Yo publiqué mi intervención y tiene que ver con este precepto económico y político, que es que la humanidad sólo avanza ayudándose a sí misma. Y que esa idea que hoy pregonan como discurso disruptivo en la televisión argentina no es tal, sino anacrónico que es pensar que el progreso del ser humano parte de una competencia de individuos que, como átomos aislados, tratan de ponerle zancadillas al otro para poder progresar”.
El gobierno argentino negó terminantemente las palabras de Petro, a quien Milei ha llamado “comunista asesino” en el pasado.
Después de su crítica sobre el salario mínimo, Petro republicó un tuit de Roberto Navarro, dueño del medio kirchnerista El Destape, con el siguiente título: “Impactante informe de la Cruz Roja: uno de cada tres jubilados argentinos pasa hambre”.
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