Un video macabro comenzó a circular a través de redes sociales sobre un episodio ocurrido el sábado por la tarde, 28 de diciembre, Día de los Inocentes. En las imágenes, se veía a una ambulancia que circulaba “de Glew a Guernica” y con una mano que colgaba de su puerta derecha.
Según datos del Gobierno bonaerense, el vehículo adeudaba más de tres millones de pesos en multas del último año por motivos como exceso de velocidad. En esta ocasión no llevaba a ningún paciente.
La ambulancia, decía en su carrocería que era una “unidad de traslado”. Pertenece a la empresa Mario Ratto, de la zona de Cuartel V, Moreno.
En tanto, las multas se vinculan al DNI de un hombre de 50 años con domicilio en Moreno, registrado en la AFIP en el rubro de pompas fúnebres.
El encargado de la empresa dijo sobre lo ocurrido: “Ah, ¡síiii! Era una joda del Día de los Inocentes que el pibe que manejaba le hacía al camillero que venía atrás. Cayeron un montón, jaja“. Y agregó: “Que la inocencia le valga”.
Algunos comentarios al respecto del video en redes fueron igual de jocosos: “Es la tira de estática”, “Por lo menos, te avisa que va a doblar”, dijeron usuarios. Para muchos, era evidente que se trataba de una broma para la jornada. Para otros, que lo percibieron como una falta de respeto, no.
¿Por qué se festeja el Día de los inocentes?
La «celebración» recuerda un episodio histórico de la fe cristiana: la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.
Sin embargo, en los países de Latinoamérica y en España es costumbre realizar en esta fecha bromas de toda índole. En Estados Unidos, en tanto, la fecha es reemplazada por 1° de Abril.
Según el Evangelio de San Mateo, Herodes el Grande se obsesionó con perpetuarse en el poder y por temor a la llegada del «Rey de Israel», mandó a matar a todos los recién nacidos, entre ellos a Jesús.
La historia cuenta que Herodes se reunió con los Reyes Magos para saber dónde estaba el hijo de Dios para «ir a adorarlo», pero Melchor, Gaspar y Baltasar se fueron a Belén guiados por la estrella y al salir de Jerusalén lo encontraron junto a María y José.
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