La disputa por el cuidado de la Rambla de Mar del Plata sumó un nuevo capítulo. Este jueves, el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, presentó una denuncia para desalojar una feria ilegal instalada en el histórico paseo, cuya administración depende del gobernador bonaerense Axel Kicillof.
La denuncia, presentada ante los juzgados federales de Mar del Plata, refleja la tensa relación entre Montenegro y Kicillof, marcada por el estado de abandono de la Rambla. El intendente busca que se resuelva lo que considera una inacción del gobierno provincial.
Desde el municipio denuncian que, aunque la administración de la Rambla corresponde a la Provincia, las obras necesarias para su mantenimiento no se realizan. El gobierno de Kicillof anunció hace un tiempo que las reformas se harán, pero después de la temporada de verano de 2025.
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El intendente Montenegro argumenta que el deterioro en el legendario paseo marplatense compromete tanto la estética como la seguridad del lugar.
El pedido de desalojo se fundamenta en informes de distintas áreas municipales, como la Secretaría de Seguridad y la Subsecretaría de Inspección General. Estos informes advierten que la feria representa un “riesgo cierto y serio” para la seguridad y la salubridad públicas, además de señalar que en el lugar se cometen “hechos tipificados penalmente”.
La gestión de Montenegro describe la situación como el resultado de una falta de acción de Kicillof, que permitió que el paseo se transforme en una suerte de «saladita».
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La Rambla de Mar del Plata: acusaciones de contaminación y falta de mantenimiento
Otro punto central de la denuncia es la violación de la Ley de Residuos Peligrosos N° 24.051. Según el municipio, las estructuras de madera de la Rambla requieren mantenimiento periódico para resistir las inclemencias del tiempo. Sin embargo, señalan que la actividad ilegal que se desarrolla allí no asegura la disposición adecuada de los desechos, lo que constituye un acto de contaminación.
En octubre, Montenegro ofreció que el municipio asumiera la administración de la Rambla, prometiendo gestionar las obras necesarias mediante inversión privada. Para esto, pidió que la Provincia le ceda el control del lugar.
El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, rechazó el pedido de Montenegro. En su respuesta, Bianco prometió que las obras de restauración y puesta en valor de la Rambla se realizarán después de la temporada de verano 2025.
La Rambla y Punta Mogotes: escenarios de una disputa política
El conflicto por el estado de la Rambla es solo una de las tantas disputas entre Kicillof y Montenegro. En agosto, Montenegro intentó recuperar el control del Complejo de Punta Mogotes, otro espacio administrado desde La Plata. “No queremos que Punta Mogotes termine en el mismo estado de abandono que vemos en la Rambla”, afirmó en su momento.
Cuando se le preguntó si había comunicado su decisión a la Provincia, Montenegro fue tajante: “No tengo que avisar nada. Si te debo plata, te la pago y listo”. Sin embargo, el intendente sabía que el proceso con Kicillof no sería sencillo.
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El conflicto por la administración de Punta Mogotes
A mediados de agosto, Guillermo Montenegro anunció que había decidido cancelar la deuda que Mar del Plata mantenía con la Provincia para recuperar la administración del Complejo de Punta Mogotes. Este espacio incluye tres kilómetros de playa y 24 balnearios que, según el intendente, “se convirtieron en un sitio abandonado, estancado y triste”.
La deuda, calculada en poco más de 14 millones de pesos, fue pagada por el municipio y los fondos quedaron a disposición de la Provincia. Sin embargo, desde La Plata rechazaron el pago, argumentando que la deuda no correspondía al municipio. En respuesta, Montenegro envió una carta documento que terminó por judicializar el conflicto.
El ministro Carlos Bianco volvió a frenar las aspiraciones del intendente y sugirió que se dedicara a resolver los problemas de su propia jurisdicción. Al mismo tiempo, anunció licitaciones para obras de puesta en valor en Punta Mogotes, reafirmando que la Provincia mantendría el control del complejo.
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Las voluminosas estructuras de hormigón que componen el complejo datan de 1979 y fueron construidas por una sociedad estatal local que, en los años 80, dejó la administración en manos de la Provincia. Este esquema otorgó un 70% de control a La Plata, dejando al municipio con un 30%, porcentaje que limita su capacidad de decisión sobre sus propias playas.
Desde la comuna, describen al complejo como un espacio que quedó atrapado en el tiempo: “Mientras todo avanza hacia los costados, Mogotes sigue igual que en los años ‘80”.
Obras anunciadas y un verano sin soluciones
Pese a los reclamos del municipio, el Gobierno de la Provincia no parece tener intenciones de ceder el control ni de acelerar las obras. En cambio, el Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología lanzó licitaciones para la explotación de publicidad en el área parquizada de las lagunas y en accesos públicos, con contratos que se extenderán por los próximos cinco años.
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Aunque las licitaciones incluyen ingresos importantes, las obras para restaurar la Rambla y Punta Mogotes no comenzarán hasta después de la temporada de verano 2025. Según el ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, los trabajos incluirán la recuperación de solados, equipamiento urbano, luminarias LED, y la reparación de estructuras de piedra y desagües pluviales.
Mientras tanto, quienes visiten Mar del Plata en el verano de 2025 no verán mejoras en la Rambla, que, según el municipio, se encuentra en un estado “casi marginal”.
NG/LT