Gijón, 31 ene (EFE).- El entrenador del Sporting, Rubén Albés, reconoció hoy, en la víspera de recibir al Burgos, que «pesa» no ganar en siete jornadas» y abogó por controlar el deseo de ganar y «enfocarlo al fútbol» para lograr una victoria que el equipo mereció «muchos días».
«Hay que tener tranquilidad para pensar en la victoria, tener mentalidad; el equipo está unido y eso es una parte muy importante», señaló el técnico, que considera que es el momento de que los jugadores «mayores y con personalidad den un paso al frente».
El entrenador no descartó la entrada de Maras en el equipo inicial, ya que le ve bien físicamente, mientras que sobre Dotor indicó que está en condición de «jugar minutos sin problemas» aunque ha tenido «pocos entrenamientos para valorar cosas» y tiene claro que donde puede funcionar mejor se acerca al «perfil» de su etapa en el Castilla.
Albés considera lógico que la plantilla esté triste por la racha de las últimas jornadas y asume la mala imagen mostrada por el equipo la pasada jornada en Granada: «Pasó lo que pasó porque me equivoco yo».
Para el técnico rojiblanco el partido de mañana ante el Burgos no tendrá muchas similitudes con el de la primera vuelta, si bien espera que el resultado sea el mismo con victoria gijonesa.
Para Albés, se trata de un rival que ha dado un «paso al frente» en el último tramo de la temporada y que va a exigir a los asturianos «mucha paciencia» en ataque, acorde al «estilo» de Ramis.
La comparecencia ante los medios de Rubén Albés tuvo también muchos minutos para Nico Serrano, refuerzo al que el técnico espera en Gijón de un momento a otro, «optimista» sobre una llegada que le hubiera gustado que se produjera antes al tratarse de un futbolista que se adapta al perfil que buscaban «ya desde el verano».
Tras manifestar días atrás que si no llegaban refuerzos habría que replantearse los objetivos marcados, se reiteró en que si se cierran refuerzos el equipo estará «más cerca» de pelear por los objetivos y en caso de no haya incorporaciones peleará con lo que «haga falta».
El entrenador, que asume «todo lo que pase» porque los futbolistas tienen «calidad para ganar ya», tiene claro que con la llegada de Dotor y la más que probable de Nico Serrano la plantilla está cerrada y está seguro de que «todo el mundo es realista en cuanto a la situación». EFE
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