Todos los que conocieron con profundidad a Milei antes de que se metiera en política quedaron anonadados con el discurso en Davos. “Nunca jamás, ni una sola vez, ni en charlas de café, lo escuché decir algo semejante, ni eso ni ningún tipo de comentario homofóbico”, cuenta alguien que tuvo una íntima relación con él durante más de una década. Las palabras de esta persona hacen juego con el personaje que conquistó al público desde las redes y los paneles televisivos.
Aunque hoy parece muy lejano, Milei se mostraba como una renovación del liberalismo y en varios sentidos jugaba a ser alguien progresista dentro de ese mundo. La perorata que pronunció sobre cómo la homosexualidad termina conduciendo a la pedofilia -y que se suma a decenas de declaraciones de funcionarios y a sus propias metáforas políticas con una exacerbada fijación anal, está muy alejada del personaje liberal progresista con el que se hizo famoso. “La obsesión gay de Milei” es el título de tapa de NOTICIAS de esta semana. Una avanzada contra la comunidad homosexual que se inserta en una narrativa más amplía de batalla cultural. Librarla implicará una batería de medidas que ya prepara el Gobierno.
Además, en la tapa esta semana, el boom del chimento en televisión: los programas de espectáculos y sobre famosos ganan espacio en las grillas de los canales y se retroalimentan en un nuevo ecosistema que integra a las redes sociales.
Otro fenómeno de época: la plata dulce en el fútbol. Récord de pases millonarios que evocan a los años ´90. Y un poco de verano en este febrero recién estrenado: el circuito de las mejores piscinas en hoteles de lujo de Buenos Aires.