Durante mucho tiempo, se creyó que el pan era la mejor fuente de ciertos nutrientes esenciales en la alimentación diaria, especialmente por su aporte de carbohidratos y su presencia constante en la mesa de muchas culturas. De todas formas, con el tiempo surgieron otras alternativas que ofrecen beneficios nutricionales adicionales y se adaptan a distintas necesidades alimentarias. En este contexto, una semilla similar a la quinoa comenzó a ganar protagonismo gracias a sus múltiples propiedades. Este ingrediente versátil no solo es utilizado en platos vegetarianos como sustituto de los cereales tradicionales, sino que también se convirtió o en una opción ideal para quienes buscan alternativas sin TACC, destacándose como un excelente rebozador para diversas recetas.
Se trata del amaranto, una semilla ancestral que es valorada debido a su alto contenido nutricional. Rico en proteínas de alta calidad, fibra y minerales como el calcio, el hierro y el magnesio, se considera un aliado fundamental para una alimentación equilibrada. Asimismo, sus propiedades antiinflamatorias lo hacen beneficioso para personas con enfermedades crónicas o procesos inflamatorios. Gracias a su versatilidad, puede incorporarse en una gran variedad de preparaciones: desde guisos y ensaladas hasta postres y preparaciones horneadas.
En relación con esto, una investigación del International Journal of Food Sciences and Nutrition publicada en 2013 destacó que el amaranto se distingue debido a que es una fuente importante de minerales esenciales como calcio, hierro y zinc. Debido a eso, su perfil proteico es especialmente valioso, ya que proporciona todos los aminoácidos esenciales en proporciones equilibradas, lo que lo convierte en una excelente opción dentro de las proteínas de origen vegetal.
El amaranto ofrece una alternativa más nutritiva y adecuada para diversas necesidades alimentarias. Otra ventaja clave es que no contiene gluten, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes padecen sensibilidad al gluten o enfermedad celíaca.
Se trata de un alimento altamente nutritivo que aporta una gran variedad de beneficios para la salud. Entre sus principales ventajas se encuentran:
Según los expertos, incorporar amaranto en la dieta es sencillo gracias a su versatilidad. Puede añadirse a batidos, yogures, ensaladas de frutas o mezclarse con cereales para el desayuno. También es una excelente alternativa a la harina de trigo en la preparación de panes, pasteles y galletitas, ideal para quienes buscan opciones sin gluten. Además, puede usarse como reemplazo del arroz, la pasta o la quinoa en distintas recetas.
Es importante remarcar que, antes de sumar cualquier nuevo alimento a su dieta, se recomienda consultar con un médico especialista.
