El último adiós a Kim Gómez, la nena de 7 años asesinada durante un robo en La Plata, se llevó a cabo en la casa velatoria ubicada en las calles 57 y 5. La despedida comenzó a la medianoche del miércoles y se extendió hasta las 12 de este jueves, cuando los restos de la nena fueron trasladados al cementerio municipal.
“¿Dónde están los padres de los asesinos?”, gritó un familiar en el último adiós a Kim.
Además, los pedidos de «justicia» de los padres de la nena y su familia resonaban en medio del dolor.
Una multitud envuelta en angustia y llanto se reunió para despedirla. En un gesto espontáneo, los presentes comenzaron a aplaudir como símbolo de su pedido de justicia. Sin embargo, la familia, con el corazón desgarrado, pidió que detuvieran los aplausos y respetaran ese momento, que era la despedida final de su hija, un instante en el que necesitaban paz.
Una amiga de la familia dijo unas palabras dedicadas a la niña y luego comentó con su voz totalmente quebrada en llanto: «Por favor eduquen a sus hijos, si sus hijos tienen problemas acompáñenlos, tenemos que terminar con esto, hoy fue Kim y mañana puede ser cualquiera, dejemos de mirar para otro lado y eduquemos a nuestros hijos».
Marcos Gómez, el papá de Kim, expresó su dolor y su pedido de justicia ante la multitud que lo acompañaba. Agradeció el respeto y el apoyo de quienes se acercaron y pidieron que todos se unan para lograr un cambio.
Señaló la inseguridad con la que viven los niños y reclamó acciones concretas para evitar más casos como este.
Con el alma rota y su voz calma dijo: «Tengo un poco de tranquilidad porque vi que tenía una sonrisa en su cara».
Momentos después Marcos mostró un cuadro que su hija le había regalado en su último cumpleaños y aseguró que luchará para que su muerte no quede en el olvido. «Voy a ser la bandera de Kim», dijo el papá.
Pidió ser recibido por las autoridades y que escuchen su reclamo. Expresó su compromiso de seguir adelante con esta causa, buscando apoyo en quienes puedan aportar desde su lugar.
Habló del amor incondicional por su hija, de los recuerdos y mensajes que le dejaron sus amigos, y de la importancia de luchar por un futuro más seguro para todos los niños.
“Yo quería que Héctor (el padre de uno de los asesinos), esté acá así nos veíamos cara a cara, para ver si era sincero conmigo. Yo voy a ser valiente y voy a luchar por mi hija y espero que él luche por su hijo”, concluyó Marcos.
Dijo que se tomará un tiempo con su familia y amigos, pero que no piensa detenerse. Planean una marcha masiva.
MG