InicioDeportesUna fiesta de piques con paternóster en la siempre rendidora Cochicó

Una fiesta de piques con paternóster en la siempre rendidora Cochicó

No tardé mucho en decir que sí al llamado de mi primo Adolfo, quien me invitaba a sumarme a la partida junto a Adrián y Aníbal para ir a pescar a la laguna Cochicó. Separada unos 500 km de Capital Federal, el ámbito está delimitado por la Ruta Provincial 65 al Este y la Ruta Nacional 33 al Oeste; recibiendo los aportes de la laguna Alsina y descargando sus aguas sobre la laguna del Monte a través de un canal regulado con compuertas. Al adentrarme en los datos de la salida, me informaron que la idea era partir a la tarde y hacer noche en Daireaux, ya que la RP 65 tenía un tramo cortado por la inundación y deberíamos hacer 12 km de tierra en un acceso entrando a Bonifacio que sale a la RN 33, por un camino que Adrián no conocía y prefería transitarlo de día. Así fue, y una vez descansados y desayunados, nos dirigimos a la laguna donde nos esperaban Juan Pieruzzini y su hijo Matías, quien iba a oficiar de guía en su trucker de 7 m, muy cómodo por cierto para pescar de a cuatro. 

El día se presentaba muy ventoso así que decidimos buscar un poco de reparo en la zona de la Isla y los Álamos, en el golfo. Anclamos con dos anclas para poder pescar cómodamente y no molestarnos cuando dejamos garetear las líneas. La pregunta del millón al guía tenía que ver con que tipo de líneas utilizar en este espejo, y lo que nos respondió, sin dudas, fue el paternóster. En estos momentos la laguna tiene un máximo de profundidad de 5 metros en su centro y alrededor de 3 m, en toda su extensión, o sea que había que buscarlos bien abajo y ese aparejo se llevaba las palmas. Mis tres compañeros decidieron utilizar de entrada el páter, mientras que en mi caso opté por tres boyas, buscándolo arriba con unas brazoladas de unos 60 cm, con trampa. 

Tal como esperábamos y nos había dicho el guía, los piques se daban en relación 3 a 1 a favor del paternóster más que buscándolos arriba. Aun así, con esta diferencia, mantuve las boyas ya que el pique era muy seguido y me permitía disfrutar de las llevadas en superficie, modalidad que más disfrutamos la mayoría de los pescadores. En ambas técnicas utilizamos anzuelos N° 1 con mojarras chicas, que también las provee Matías. 

Para regular correctamente el paternóster, es recomendable colocarle a la madre del reel un nudo corredizo con una perlita para ir buscando la profundidad en la que están comiendo, ya que, en esta ocasión, cuando se cortaba el pique, lo buscábamos bien abajo, regulando la boya inclusive a más de los 3 m y volvía a rendir. Los portes en esta oportunidad se dieron entre los 28 a 37 cm, con pesos de 300 a 500 g, con la particularidad de que todos estaban muy flacos, no eran robustos como en otras visitas. Llegamos cómodamente a la cuota permitida de 25 piezas por pescador, pudiendo inclusive elegir los portes y aquellos que solo venían pinchados de la boca poder devolverlos. Un detalle a tener en cuenta, advertimos cómo cambian la tonalidad del lomo, algunos muy oscuros y otro prácticamente verde a transparente, seguramente por los caudales de agua que hacen que pasen entre las lagunas encadenadas de la zona, de unas a otras.

Cochicó es una laguna que siempre nos da satisfacciones, sólo es cuestión de decidirse a viajar con amigos y disfrutar de buenos piques. Vaya y disfrute. 

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