El anuncio del Gobierno sobre la eliminación gradual de aranceles para la importación de celulares, aires acondicionados y electrodomésticos repercutió de manera significativa en la política económica. Con el fin de ampliar este panorama, Canal E se comunicó con el tributarista, Diego Ruiz, quien advirtió: “La tecnología no se puede arancelar, tiene que ser algo que nos iguale a todos en oportunidades”.
Diego Ruiz explicó que la medida implica una “reducción de aranceles para la importación de telefonía celular, celulares, aires acondicionados y otros electrodomésticos”. Detalló que la desgravación será progresiva: “La primera etapa es una reducción de un 50%, pasan a un 9.5% en impuestos internos y a un 8% en el arancel de importación. Y en una segunda etapa, a partir del 2026, ya quedarían en cero”.
Quién se beneficia con la quita de aranceles para la importación de celulares
Según comentó, el objetivo es claro: “Lo que está buscando el Gobierno es una reducción de aranceles cuyo beneficiario final y el que más va a usufructuar de esto es el consumidor”.
La medida impactará directamente en la industria nacional, especialmente en Tierra del Fuego, donde se concentra gran parte de la producción electrónica del país. “Lo que está sucediendo es que en el continente y en la isla se están equiparando los impuestos”, dijo Ruiz, y remarcó que los fabricantes fueguinos “van a tener que volverse eficientes, cuidar los costos y ver la logística para que puedan elaborar esa competitividad en el mercado argentino”.
Las complejidades logísticas que presenta Tierra del Fuego
Respecto al factor logístico, comentó: “La Isla de Tierra del Fuego se encuentra básicamente en el fin del mundo, con lo cual logísticamente es complejo”. Asimismo, afirmó que, “el desafío es enorme”, no solo por la ubicación geográfica, sino por la irrupción de nuevas marcas que ahora “van a poder ingresar sin una barrera arancelaria o de costos muy altos como venía sucediendo”.
En cuanto al tipo de cambio, el tributarista sostuvo que, “el tipo de cambio que hoy en día en la Argentina estamos viviendo es un tipo de cambio apreciado”. Esto, según desarrolló, implica que, “comprar productos afuera o viajar al exterior creo que es más económico que en años anteriores”.
A pesar de la presión sobre la industria, destacó el beneficio para los consumidores: “Teníamos el costo del doble por un mismo teléfono que afuera valía la mitad. Entonces yo creo que ahí hay una incomodidad que se está generando a través de la reducción de impuestos”.