Un hogar promedio del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), categorizado como nivel 1 («N1» – Ingresos altos) de la segmentación tiene un gasto este mes de unos $ 134.173 en una canasta de servicios públicos conformada por la energía eléctrica, el gas natural por red, el agua corriente y el transporte, según los cálculos del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet.
Este nivel de gasto se mantiene estable -considerando cantidad demandada multiplicada por precio- desde hace casi 6 meses, a principios de junio, cuando el Gobierno realizó la última tanda de aumentos fuertes de las tarifas de energía.
Pero está más relacionado con una baja estacional en el consumo -en la primavera, con temperaturas ni muy frías ni muy cálidas, se modera la demanda- que con la cuestión tarifaria en sí misma.
«Es probable que a partir de diciembre crezcan fuerte las cantidades demandadas de energía eléctrica que, además, irán con cuadros tarifarios más altos«, detalló Julián Rojo, investigador del IIEP.
«El Gobierno espera compensar ese impacto postergando los aumentos de tarifas y las revisiones que debían realizarse a fin de año», sumó Alejandro Einstoss, también investigador del Instituto. El Gobierno postergaría más aumentos de tarifas en 2025 para consolidar la baja de la inflación. En las próximas semanas se definirán las revisiones de las tarifas de luz y gas por los próximos 5 años.
Los subsidios y las tarifas
La variación de precios acumulada entre diciembre de 2023 y noviembre 2024 es de 368% nominal, debido a una suba del 305% en el agua, 189% en la luz, 564% en el gas y 601% en el transporte.
Este hogar promedio paga aproximadamente $ 32.070 por mes de factura eléctrica, $ 18.853 de gas, $ 27.022 de agua y $ 56.228 de transporte público.
La suma de los hogares del AMBA abonan con sus boletas el 53% del costo de abastecimiento de esos servicios: un 49% de la generación de electricidad, un 57% de la producción de gas, un 31% de los costos reales de colectivos y trenes y un 100% del agua, donde ya no hay más subsidios.
En febrero de este año, la cobertura total alcanzaba apenas el 32% y requería un enorme esfuerzo fiscal del Gobierno, que hizo su ajuste en gran parte por la corrección de los precios relativos de los servicios.
En ese sentido, los subsidios económicos a nivel nacional cayeron un 37% en términos reales entre enero-octubre 2024 en relación con el mismo período del año anterior. El gasto acumulado del Tesoro llegó a $ 7.234.877 millones ($ 7,2 billones) en pesos en términos reales -ajustado por inflación-.
Asimismo, en enero el gasto en servicios públicos medido como porcentaje del salario promedio era de 5,8%, nivel que se duplicó en febrero a 11,7% y tocó un techo en junio de 14,5%, para luego retroceder hasta noviembre a 11,6%, por los incrementos salariales y el menor consumo de energía.
Otra comparación relevante es la medición de los salarios promedio del sector formal y los ingresos mínimos de cada segmento de tarifas. En relación a la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores (RIPTE), las facturas de luz y gas representan una media de 3,3% a 5,3%; mientras que frente a los ingresos mínimos implican del 1,7% al 6,8%.
Por otro lado, donde todavía se ven atrasos significativos es en las tarifas de los colectivos en la Ciudad y el Gran Buenos Aires (GBA). Sobre un costo real de $ 1.213, el boleto mínimo es de $ 371,13, mientras que en Bariloche -con otra escala y distancias- la tarifa es de $ 1.613.
El promedio a nivel nacional es de $ 1.042 que pagan los pasajeros del transporte público automotor.