Boca derrotó 3 a 2 a River en el choque de los cuartos de final de la Copa de la Liga. El equipo de Martínez tuvo varios puntos altos en la victoria en el Superclásico y estos son los puntajes de los futbolistas del Xeneize que se medirá ante Estudiantes en la próxima instancia.
Sergio Romero (7): el gran responsable de que Boca se impulsara al triunfo. Había sufrido el 0-1 de Miguel Borja, sin responsabilidades, pero sus tremendos reflejos impidieron sobre la línea el gol en contra de Lema cuando el encuentro iba 1-1, el complemento recién iniciaba y que el VAR anuló al ver el manotazo salvador sobre la línea. Fue la jugada más determinante del partido. Tapó el cabezazo de Paulo Díaz sobre la hora, pero no pudo hacer nada ante el rebote y recibió un segundo gol apenas anecdótico en la clasificación.
Luis Advíncula (7): ya venía escalando por la derecha y complicando a Enzo Díaz antes de su asistencia a Merentiel para el primer gol. Su despliegue por la banda fue muy criterioso y, cuando Martínez decidió adelantarlo como volante, no modificó su rendimiento.
Cristian Lema (5): se hacía el gol en contra por un rebote repentino en su pierna, que los jueces cobraron, pero que el VAR anuló. Infalible en el juego aéreo, Boca protegió el área con sus cabezazos. Pero sufrió la movilidad de Colidio y Echeverri en los mano a mano.
Marcos Rojo (5): del primer tiempo, lo único reprochable fue un pase atrás directo al córner de River. Amonestado apenas iniciado el ST por pelearse con Borja. Tuvo firmeza en el juego aéreo, pero evitó ir al mano a mano muchas veces, para no pagar con la velocidad de sus rivales.
Lautaro Blanco (7): le costó sobresalir ya que Demichelis pareció planear tapar los costados y evitar sus subidas. Cuando pudo en el primer tiempo llegar a desbordar, extrañamente se equivocó al lanzarlo por arriba y no al ras ante el ingreso de los delanteros para empujarla. Amonestado a los 30 minutos del segundo período, no lo lastimaron y durante el resto del partido se soltó más en ataque.
Jabes Saralegui (5): tímido. Causó fastidio en Diego Martínez durante el primer tiempo. Generó un contrataque de Marcelo Herrera por un pase forzado. Por todo aquello, fue el primer cambio que decidió el entrenador para que Nicolás Figal ingresara y Advíncula se adelantara al puesto del juvenil.
Ezequiel Fernández (6): el plan inicial de Demichelis fue intentar taparlo en la salida al ser el N°5 del equipo. Por eso, hasta que Martínez reacomodó el medio campo y decidió soltarlo más, estuvo atado e incómodo. En algunas jugadas, como en la del gol de Miguel Borja, lejano de su posición y a destiempo. No obstante, luego terminó ganando confianza, generando infracciones, tomando la pelota y entregándola bien. Clave en la presión para que Herrera se apurara y la dejara corta en la previa al segundo gol de Boca.
Guillermo Fernández (7): el “Pol” del que siempre habla el presidente Juan Román Riquelme. Inteligente, activo, seguro y con decisiones mucho más acertadas que las que toma habitualmente y fastidia a su gente. El superclásico le calzó justo. Su rendimiento cambió los abucheos y salidas llenas de indiferencia por los aplausos ruidosos en el Mario Alberto Kempes.
Kevin Zenón (8): una de las máximas figuras del equipo. En el primer tiempo fue la llave para encontrar juego por el centro, acaso lo que quiso evitar Demichelis. Tuvo un tiro libre peligroso en el primer tiempo, pero en el segundo tiempo su nivel se potenció. Había asistido a Edinson Cavani a los 13 minutos para una volea que se fue arriba, pero a los pocos segundos se la colocó en la cabeza y el uruguayo no falló. En el podio, sin ningún lugar a dudas.
Miguel Merentiel (8): la máxima figura. Le costó amoldarse al trámite. De hecho, estuvo a punto de finalizar la primera mitad solamente con la amonestación que se ganó a los 44 minutos. No obstante, su partido empezó en el descuento de esa etapa con la definición de zurda tras el pase de Advíncula que permitió el empate en un momento clave. Incansable esfuerzo para forzar errores, tuvo otra recompensa a los 21 del complemento: fue el armador y hacedor del tercer tanto, combatiendo primero en la mitad de cancha, cediendo luego para Cavani y definiendo en el rebote. Reemplazado por Langoni, a cinco minutos del final, y ovacionado por los hinchas: junto a su compañero de ataque escucharon el “¡Uruguayo, Uruguayo!”.
Edinson Cavani (8): siempre correcto cuando le llega la pelota, el superclásico terminó siendo la prueba que termina por asegurar que reencontró al jugador que se fue de Europa. Agarró mal la pelota que Zenón le cedió a media altura y al punto penal a los 13 del segundo tiempo, pero enseguida hizo su gol deseado: tres minutos después, metió un cabezazo tras aprovechar, ahora sí, el centro del conductor zurdo. Amonestado por un manotazo a González Pirez y sustituido a 20 minutos del final por Darío Benedetto, al compás de la ovación de los hinchas.
Nicolás Figal (4): el defensor ingresó como lateral derecho, pero se mostró inseguro y hasta nervioso. Perdió con cualquiera que quisiera desbordarlo, debió hacer falta cerca del área y hasta lo debían haber echado por una patada por encima de la rodilla de Enzo Díaz.
Darío Benedetto: fue más lo que corrió para ocupar espacios en el final que lo que pudo hacer con la pelota. No tuvo situaciones de gol.
Luca Langoni y Jorman Campuzano: ingresaron juntos a falta de cinco minutos, por lo que estuvieron abocados a la faceta defensiva para aguantar el 3-1 que terminó siendo 3-2 en la última jugada del partido.